Street Fight

Sumergirse en Street Fight es como dar un puñetazo de adrenalina directo al corazón. ¡Un hombre contra las bandas errantes del bosque! Te conviertes en un valiente joven que no teme ensuciarse las manos en cruentas batallas callejeras. Lo hilarante es la diversidad de enemigos, desde tipos grandotes hasta pequeños rápidos que parecen salidos de una banda de mariachis enojados. Y es que cada golpe, cada combo, se siente como si realmente estuvieras repartiendo justicia con tus propias manos.

Las monedas que recojo a lo largo de las peleas son como caramelos en una piñata, me empujan a seguir golpeando con esperanza de mejoras y habilidades especiales que son tan locas como efectivas. Además, conseguir ese golpe perfecto que noquea a los rivales es tan satisfactorio que a veces me encuentro gritando '¡Toma eso!' frente a la pantalla, para sorpresa de mi gato. Y a pesar de que a otros jugadores les encantan estos combates a puño limpio hasta que las vacaciones les permitan escapar de los golpes, yo sigo aquí, inmerso en la diversión y el desafío que ofrece este juego, siempre listo para otro round.