Monster Wants Candy

Después de una tarde devorando caramelos virtuales en Monster Wants Candy, he aquí mi veredicto: es un juego endiabladamente adictivo. ¡Recoge todos los dulces y evita las bombas! Suena sencillo, ¿verdad? Pues entre esquivar explosivos y cazar confites, se pasa el tiempo volando. No soy el único que piensa que pescar tres caramelos de un tirón es una de las cosas más satisfactorias del juego. Claro, también hay quien se queja de la publicidad pero, ¿qué sería de un descanso sin ese suspense adicional?

A pesar de los anuncios, la jugabilidad es fluida; y esa sensación de casi rozar una bomba antes de atrapar otro dulce, es un subidón de adrenalina. Por suerte, nuestra puntuación puede pavonearse en la tabla de Juegos123, donde guardarla es tan fácil como robarle un caramelo a este monstruito. En resumen: Monster Wants Candy es un juego simple pero treméndamente entretenido.