Into Space

Sumergirme en la aventura de Into Space ha sido una experiencia donde sci-fi y realidad se mezclan en una carrera loca hacia el cosmos. La tarea de ser un gran científico en busca de la gloria espacial con un cohete casero parecía sencilla, sin embargo, me encontré gestionando recursos y mejorando piezas, lo que añadió un sabor inesperado al desafío...

No soy el único que ha pasado horas calculando la ruta perfecta para evitar las nubes 'CACA', buscando la trayectoria ideal sin perder velocidad, o riéndome de las ocurrencias de otros jugadores que, al igual que yo, se frustraron al estar tan cerca del objetivo y acabar estrellándose. Y ahí está la gracia de Into Space, en disfrutar cada ascenso y cada caída. Claro que algunos lo hallaron algo monotono, pero ¿acaso los astronautas se aburren camino a las estrellas?

Eso sí, el detalle de no romperse al caer parece un truco perdido para añadir dramatismo a ese momento crítico de retorno a Tierra. Pero bueno, estos son los altibajos de ser un científico del espacio virtual. Al final del día, la risa es la que prevalece, sobre todo cuando tu cohete, en el intento de hacer historia, termina pareciendo una bengala festiva en pleno vuelo.